LA DECISIÓN DE UNA ADOLESCENTE DE 13 AÑOS

Por Helena

Cuando he visto en el correo electrónico un mensaje de Javier no he imaginado en ningún momento que podría ser para que pensáramos en una noticia como esta.

Una chica británica de 13 años, ha decidido no operarse del corazón, cuando este es el único método de seguir viviendo. Los médicos insistieron para que se pudiera realizar la intervención, pero la chica convenció a todos que no quería. Sus padres la han apoyado en todo momento, creyendo en su hija.

La chica tiene un problema de corazón, y la única solución es operar, pero no es seguro que se efectúe con éxito. Este mal funcionamiento del corazón surgió cuando ella tenía cinco años, padeció una leucemia rara, que con su tratamiento desempeñó dicho problema.

Si queréis saber más sobre el tema, aquí, Javier tiene una selección de artículos de diferentes revistas y periódicos que os pueden ser de gran utilidad.

Después de introducir un poco lo que sucede, es hora de dar mi opinión del tema:

Después de pensar un poco sobre todo esto, he llegado a la conclusión que se puede ver el caso desde dos puntos de vista distintos, uno el de la chica (la enferma) y el otro desde el espectador (médicos, padres, autoridades, etc.).

Si me pongo en la piel de Hannah Jones, probablemente yo también elegiría no operarme, ella ha sufrido tratamientos casi toda su vida, ahora que puede elegir es normal que elija no intervenirse. Con la operación no le aseguran que todo salga bien, más aún hay posibilidades que ella pierda la vida. Por esto creo que es mejor que la dejen disfrutar, sin tener que sufrir ni un minuto más, que pueda vivir dignamente, el tiempo que le queda.

Desde el punto de mira del espectador, es lógico pensar que lo mejor es operar, claro que ellos no tienen presente la vida ajetreada que lleva esta chica con sólo 13 años de edad. El objetivo de los médicos es salvar vidas, pero puede que en este caso para salvar a Hannah sea mejor dejarla en paz, dejarla vivir y no hacerle el trasplante de corazón.