Conoce el amor en una cafeteria

Por Roger

Un chico de 20 años conoce el amor en una cafeteria de la ciudad.
Se enamora de la camarera, una chica de pelo rubio, ojos azules, bonitas mejilas rojas y con una sonrisa blanca como la nieve. El chico va cada día a esa cafeteria solo para verla, y se está toda la tarde, hasta que un déa decide pasar a la acción, le pide a la chica de ir al cine en su día de fiesta y ella acepta.
La cita funciona a la perfección, y empiezan a salir más veces. Cuando ya llevan un par de meses saliendo juntos, el chico vió una foto de la chica, quando solo tenia 8 años, y junto a ella un niño también de la misma edad.
Le recordaba a si mismo, y después de un largo pensamiento, el chico le confiesa a la chica que la foto le recuerda a una amiga de la infancia que se marchó de su pueblo por el trabajo de sus padres, y él le prometió que siempre serian amigos y que siempre la tendria presente en el corazón.
La chica se quedó perpleja, y se lanzó a sus brazos. al ver la reacción de la chica, él pensó que el niño de la foto era él, y que al fin había encontrado a su amor y amiga de infancia y que volvían a estar juntos.
La verdad es que ninguno de los dos creía que se volverían a ver, pero por casualidades de la vida asi fue.
Decidieron volver al pueblo donde se conocieron a empezar una nueva vida juntos, compraron una casita con jardín, cerca del lago y seis semanas más tarde se casaron.
Vivieron toda su vida allí, y esto les hizo muy felices.

Amor, amor y amor

Por Lidia

Amor, amor y amor. Todo el mundo que la rodeaba estaba enamorado, menos ella.
Ella era feliz, pero a veces envidiaba a las personas que tenían pareja.

Pero ella se preguntaba: ¿qué es el amor?
No lo podía saber, porqué nunca había estado enamorada.
Sus dudas eran muchas: ¿cuando conoces a alguien, la quieres como amiga, y te llevas muy bien con ella, cuando sabes si estás enamorada?
No lo comprendía.
Le habían gustado chicos, pero nunca se había enamorado.

Aquel verano conoció a un chico, con el que se lo pasó estupendamente.
Coincidían en muchas cosas, les gustaban cosas parecidas, pasaron momentos inolvidables, y durante todo el verano no se separaron. Hasta que llegó el día en que cada uno tenía que seguir su camino. Por supuesto se volverían a ver, pero ninguno de los dos sabía ni donde, ni cuando.

Pasaron los días, y el primer día de clase llegó. Este año empezaban el instituto, gente nueva, asignaturas nuevas, profesores nuevos..., todo nuevo.
Un poco asustada, entró a clase. Llegó la primera, así que escogió la mesa y se sentó a esperar.
A los dos minutos, llegó su primer compañero. Era él, el chico del verano.
Cuando lo vio, notó algo en su corazón.

Entonces comprendió que significaba estar enamorada. Por primera vez en su vida.

Historia de amor

Por Marina

Nuestro profesor nos propuso escribir una hisotira de amor, como ejercicio de redacción. Así que os dejo con mi historia.

Se habían conocido en el instituto, ella era la típica chica popular que todo el mundo quería ser su amiga y él era el típico chico que le gustaba estudiar y estar con sus amigos.
Los dos constantemente se estaban discutiendo, se conocían des de pequeños, pero nunca habían conseguido hacerse amigos, hasta que ella empezó a necesitar ayuda en los estudios.
Pensó que él la podría ayudar y accedió amablemente aunque siempre se estuviesen discutiendo.
Entre estudios y estudios los dos empezaron a sentir algo el uno por el otro, hasta que los dos terminaron enamorándose. Al principio las cosas eran difíciles para los dos, ella le daba vergüenza que los vieran en público por su popularidad y a él por miedo a saber lo que podían pensar sus amigos. Pero el amor que sentían el uno por el otro era cada vez mayor y decidieron olvidarse de todos aquellos problemas y sacar su amor hacia delante.

Llegaron las vacaciones, los dos las pasaron juntos en la playa. Hacían constantemente excursiones con motocicleta, los dos descubrían mundo entre las montañas y el agua, por las noches estirados en la arena y escuchando el sonido del mar miraban las estrellas.

Todo iba muy bien hasta que ella empezó a sentir dolor en la pierna. Fueron al médico pero no sabían diagnosticar lo que tenían.
La ingresaron en el hospital y le hacían pruebas, hasta que le diagnosticaron un tumor. La tenían que operar y era una operación complicada. Des de aquel momento él nunca se separaba de ella, temía a perderla porque la quería con toda su alma.
Finalmente, la operación salió bien y los dos empezaron de nuevo a vivir su historia de amor

Viaje a la Torre de Pizza

Por Emma

Estoy segura que todo el mundo ha oído hablar de la Torre de Pisa, aquella que se encuentra en Italia y que está torcida. Estoy segura que toda la gente que ha ido a visitarla tiene la típica foto que es como si aguantara la torre.

De lo que no estoy tan segura, es si conocen otra hermosa torre que se encuentra a unos pocos quilómetros de Pisa, en un pueblecito no tan famoso (por no decir, nada famoso) llamado Pizza. Os contaré mi viaje:

Hace unos años, fui a Italia con una amiga, en plan mochilero. Visitamos todos los edificios más famosos de Roma, Pisa, Florencia... Comimos en los mejores restaurantes de pasta de todo Venecia y salimos por los sitios de más ambiente de todo el país.

Una brillante tarde, en un callejón estrecho de Florencia nos encontramos a un hombre mayor muy curioso. Estuvimos hablando mucho rato de los sitios donde habíamos ido y de lo bien que nos lo estábamos pasando. El hombre nos dijo que no podíamos irnos de Italia sin antes ir al pueblo de Pizza. Mi amiga y yo nos quedamos a cuadros porque nunca habíamos oído el nombre de ese pueblo. Pero bueno, a pesar de mi poca confianza hacía el anciano mi amiga y yo decidimos ir a visitar Pizza.

Cuando llegamos al pueblo... Entonces si que nos quedamos a cuadros. ¡Pero a cuadros cuadros! ¡Era un pueblo hecho todo absolutamente de Pizza! ¡Todo! Los tejados de las casas eran de la massa más exquisita las paredes de boloñesa, algunas ventanas de carbonara, el suelo adornado con oreganos y parmesano, y la gran torre... era una pizza gigante!

Mi colega y yo no creíamos lo que veíamos. No nos creíamos que todo fuera de pizza así que fuimos a un parque muy bonito. Habían unos bancos muy apetecibles así que le pegamos un mordisco a una de las patas. Mmmmm!!! Pero que rico estaba el bancopizza! Poco a poco fuimos probando de todas las casas, de todas las aceras, de todas las farolas, de todas la vallas. ¡Nos comimos hasta la Torre de Pizza!

Cuando llegamos a Barcelona, explicamos nuestra aventura a todos nuestros amigos. ¿Sabéis que hicieron ellos?

Jajajajajajajajajajaja

Pues esto, que no se creyeron ni media palabra de lo que les contamos. Pero creerme, si algún día viajáis a Italia preguntar por la Torre de Pizza, dejamos una columna enterita!